Quédate con nosotros

Quédate con nosotros, Señor Jesús, el día ya declina. Sólo Tú tienes palabras de vida eterna. Palabras humanas, de comprensión, de ternura, de misericordia y de perdón. En la angustia, tú estás cerca. En la soledad, tú nos acompañas. En el dolor, tú sufres con nosotros. Muéstranos tu rostro, Señor. Ilumina nuestros caminos. Que te…

Toma, Señor

Toma Señor, y recibe toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento, y toda mi voluntad. Todo lo que soy, todo lo que poseo. Tú me lo diste; a Tí, Señor, lo torno. Todo es Tuyo. Dispón de mi según tu voluntad. Dame tu amor y gracia, que eso me basta. (San Ignacio de Loyola)

Ofrecimiento de la llamada

Pare misericordioso, tú nos llamas a recorrer tus caminos y tu llamada amorosa nos sostiene cuando nos desviamos. Abre nuestros corazones a los impulsos de tu Espíritu y haznos (libres) para seguir sus inspiraciones. Que Jesucristo, tu Hijo, sea el Señor de nuestras vidas y haga que demos frutos que perduren. Te ofrecemos este día…

Ofrecimiento de la comunidad

Señor, Tú nos llamas a vivir en comunidad y quieres que la construyamos; quieres que estemos en comunión con nuestros hermanos y hermanas. Ayúdanos a vivir para los demás y a salir a su encuentro, a rogar por ellos y con ellos, a dar testimonio de nuestra esperanza. Te ofrecemos, Señor, nuestras personas y nuestra…

Ofrecimiento apostólico

Señor Jesús, al inicio de este día, venimos a Ti con confianza. Te pedimos, Señor, que no olvidemos que tienes nuestras manos para trabajar con bondad, que somos apóstoles para anunciar el Reino a los hombres y mujeres de hoy,y que ponemos todo lo que somos al servicio de los demás. Te pedimos por todos…

Nos fiamos de ti

Señor, nos encontramos ante Ti. Confiamos en Ti sabiendo que no nos puedes engañar; nos confiamos a Ti porque nos amas. Señor, hoy queremos decir “sí” a todo aquello que nos quieras decir, a todo los que nos quieras dar, a todo lo que nos quieras pedir. Te confiamos nuestra mente, llénala de tus pensamientos.…

Te ofrecemos nuestra vida

Te ofrecemos, Señor, nuestra vida, nuestra plegaria, nuestro trabajo apostólico, nuestras esperanzas y alegrías, nuestros problemas y sufrimientos. Que en los acontecimientos de este día, estemos dispuestos a recibir tu Palabra y a responder generosamente como lo hizo Maria. Que el pan cotidiano que sigues dándonos en la Eucaristía, se transforme en fuente de vida…

Abre mis manos…

Abre mis manos, Señor, enséñame a dar mi tiempo gratuitamente, sin reloj. Abre mis labios, Señor, enséñame a ofrecer una sonrisa sincera y generosa. Abre mi boca, Señor, enséñame a ofrecer palabras auténticas, palabras que den vida. Abre mis oídos, Señor, enséñame a ofrecer mi escucha atenta y llena de interés.