Hitos históricos de la URC
El inicio de la URC
a) la constitución de la Unión de Religiosos de Cataluña (como CONFER-mixta), y
b) aprobación de los estatutos. Posteriormente, se elige la comisión permanente, integrada por tres religiosas y tres religiosos, de manera paritaria.
Esta unificación es compatible con la celebración de reuniones bianuales de congregaciones masculinas (RAP: Reunión de Abades y Provinciales) y femeninas (Anawim: reunión de abadesas, prioras y superioras mayores).
El proyecto fundacional
Así expresaban los documentos fundacionales la identidad, finalidades principales y organización de la URC.
“Forman esta Unión de Religiosos de Cataluña todos los superiores y superioras mayores con residencia habitual en Cataluña. Tiene como ámbito de competencia las cuestiones comunes a los religiosos y religiosas respetando la existencia de organismos propios de unos y otros.
Las finalidades principales de este organismo son las siguientes:
- Buscar el conocimiento y la colaboración entre los diversos institutos y congregaciones.
- Promover actividades en bien de los religiosos y religiosas de Cataluña.
- Programar y realizar reuniones periódicas de superiores y superioras mayores.
- Fomentar el diálogo y la cooperación con las personas y los organismos de la diócesis.
- Mantener relaciones de colaboración con la CONFER española.
Los órganos de la Unión de Religiosos son la Asamblea Plenaria (frecuencia bianual) y la Comisión Permanente, que actualmente recibe el nombre de Junta directiva (frecuencia mensual)”.
El contexto eclesial y socio-político
El Concilio Vaticano II, convocado por Joan XXIII y proseguido por Pablo VI, abrió las ventanas de la Iglesia para que entrara el aliento del Espíritu y porque se dialogara con la cultura contemporánea en la fidelidad a Cristo. La vida religiosa dedicó grandes esfuerzos para aplicar los mensajes conciliares. Cualquier cambio provoca resistencias, crisis, polarizaciones… Cerrarse significaba elegir la seguridad y mantener un conflicto con el mundo, dejar de estar. Abrirse implicaba el riesgo de estar en el mundo pero dejándose devorar por él. La opción evangélica es clara: estar en el mundo sin ser del mundo. No siempre se encontró el equilibrio, a pesar de que se purificaron motivaciones. La consecuencia fue doble: se produjeron muchos abandonos y muchos de los que quedaron arraigaron su compromiso en una decisión más clara y decidida. El paso del cristianismo sociológico, que propició el régimen franquista, al cristianismo personalizado representó una purificación de la fe, a la vez que se cobró su precio. Se anticipó el que después se definiría como un cristianismo en diáspora.
La muerte de Franco abrió un proceso de transición al sistema democrático. Se optó por la reforma y se desestimó la ruptura. Los fantasmas de la guerra fratricida espolearon la búsqueda de nuevas fórmulas que no hicieran peligrar la convivencia. Afloraron las viejas reivindicaciones de autonomía que, para desactivar las resistencias tradicionales, se generalizaron en un mapa geográfico nuevo. La encarnación ha sido un criterio que la vida religiosa ha tenido, a menudo, en cuenta. Por eso, se procedió a buscar en la URC un sistema que, sin romper con el conjunto, lo dotara de personalidad propia para atender más bien las necesidades circundantes. Las propuestas conciliares de recuperar las lenguas vernáculas en la transmisión de la fe, en la liturgia y en la proclamación de la palabra armonizaron con la tendencia de vivir una vida religiosa sensible en el entorno cultural y social. La pastoral no podía ignorar las dimensiones de fondo y tenía que favorecer un ámbito de propuestas y de invitaciones. Había que correr riesgos, conscientes que el inmovilismo no es cualquier riesgo, sino una equivocación.
La vida religiosa en Cataluña abrió un espacio de comunión y diálogo. El objetivo consistió a vivir a fondo la centralidad de Jesús y, a la vez, acentuar la colaboración de todos en la misión de anunciar el evangelio en un contexto cambiante y secular. La rama masculina, constituida por los abades y provinciales, y la rama femenina, formada por las superioras mayores, decidieron crear la URC con presencia paritaria en los órganos de gobierno. Desde la constitución de la URC, se han llevado a cabo muchos proyectos interesantes, se ha acentuado el sentido de intercongregacionalidad, se ha optado por la sinergia de las posibilidades de cada institución. Las religiosas y religiosos, más conscientes de su pobreza y de su fragilidad, siguen a Jesús, viven el pulso de la Iglesia como pueblo de Dios, se comprometen en misiones de frontera, se encuentran en los márgenes de la sociedad y abren un canal de espiritualidad y trascendencia.
Las sedes de la URC
Primera.- Calle Rivadeneyra, 6, 5a planta: año 1980
La primera sede de la Unión de Religiosos de Cataluña estuvo en Barcelona, en la quinta planta de la calle de Rivadeneyra, ocupada hasta el momento por la CONFER femenina y por el SVC. Posteriormente, la compartiría con el Secretariado de la Escuela Cristiana. Ante la dificultad de contener los dos organismos en la misma planta, la URC decide dejar libre la quinta planta a partir del primero de julio próximo.
Se trata de buscar otro lugar donde la Unión de Religiosos pueda desarrollar las actividades que en el futuro crea convenientes
Segunda.- Calle del Rosselló, 223, 3r piso: años 1980-1986
Se propone ocupar un despacho y una salita en el tercer piso del FORO VERGÉS, con derecho a utilizar una sala de conferencias. Finalmente, el mes de junio de 1980 se fija la sede de la URC en el Foro Vergés, en Barcelona, en la calle del Rosselló, 223, 3r, con unas condiciones económicas aceptables y espacio suficiente: una sala de conferencias, una junta, una secretaría y unas salas para reuniones. En el mismo edificio hay otras instituciones, pero cada una lleva a cabo su actividad con total independencia.
Tercera.- Plaza de Urquinaona, 11, 2-2: año 1986 hasta el día de hoy
El curso 1986-1987, además de los objetivos prioritarios del curso, se añade otro: el de la búsqueda y cambio de local de la sede de la URC por cierre puesto que se derruía el que se estaba utilizando desde la fundación de la URC, en la calle del Rosselló. En febrero se inauguraron los nuevos locales del URC en la plaza de Urquinaona, 11. Asistieron a la inauguración los secretarios generales de CONFER y se reservó un despacho para FERS y otro para SERAS-Cataluña. Los cursos y jornadas tienen lugar en otros locales alquilados. Actualmente, al segundo piso, sólo queda la URC.
La RAP (Reuniones de Abades y Provinciales)
El Congreso de Vida Religiosa (1993-1995)
El Secretariado Interdiocesano de Relación Obispos y Religiosos (SIRBIR)
Este secretariado está formado por el Obispo Delegado de la Conferencia Tarraconsense para la Vida Consagrada, el Presidente/a y Vicepresidente/a de la URC, el secretario/a general y los dos delegados diocesanos de Vida Consagrada de las dos diócesis metropolitanas: Tarragona y Barcelona.
Año de la Vida Consagrada (2015)
a) la reunión de la asamblea general de la URC con el plenario de la Conferencia Episcopal Tarraconense, el 28 de enero de 2015, al Seminario conciliar de Barcelona;
b) la conferencia de Mons. José Rodríguez Carballo, secretario de la CIVCSVA. Organizada conjuntamente por la CET-URC-FTC, el 29 de octubre, en el aula magna de la facultad de Teología; y
c) la fiesta mayor de la Vida Consagrada, el 9 de mayo, en el colegio La Salle Bonanova de Barcelona, con conferencia de Mons. Santiago Agrelo Fernández, ofm, arzobispo de Tánger.