Señor Jesús, al inicio de este día,
venimos a Ti con confianza.
Te pedimos, Señor, que no olvidemos
que tienes nuestras manos para trabajar con bondad,
que somos apóstoles para anunciar el Reino a los hombres y mujeres de hoy,y que ponemos todo lo que somos al servicio de los demás.
Te pedimos por todos aquellos que luchan para extender tu Reino,
por los perseguidos, por los desanimados y por todos aquellos que,
como Maria, van gastando su vida calladamente
en la tarea de cada día.