Esta semana hemos celebrado la Virgen María de Montserrat. Y las lecturas de su fiesta nos han recordado tres cosas fundamentales que hace la Virgen María con nosotros, y que siempre podemos recordar:
– María acompaña a los discípulos en su plegaria. Cuando ellos ruegan, ella está, quizás podemos imaginar que haciendo un poco de maestra de la plegaria de los otros, porque ella conocía como nadie a Jesús… ¿Quizás vemos una invitación a dejarnos acompañar por la maestra en la plegaria que es María? ¿Quizás podemos redescubrir esta discreta compañía que nos hace María en la plegaria? (Hechos 1, 12-14)
– Vemos también como María visita Elisabet, su prima… Cuando hay alguna necesidad, cuando María ve una necesidad, ella va de prisa, viene a visitar a quién tiene necesidad, y con su sola presencia llena el aposento de alegría… ¿Quizás vemos aquí una invitación a dejarnos visitar por María cuando nos encontramos en alguna dificultad de las que la vida lleva? ¿Quizás vemos aquí una invitación a hacer como María, “visitar”, hacernos próximos y acercarnos cordialmente, a las personas que pasan alguna necesidad? (Lc 1, 39-56)
– Finalmente, vemos como en María la Iglesia ha visto, siempre, aquella que ha vivido las promesas preciosas del Señor: ser hijos/hijas estimados/das del Padre del Cielo, sabernos destinados a ser santos/as en sus ojos, a ser alabanza de su gloria… ¡Sí, María nos muestra el camino de la esperanza! (Ef 1, 3-7.11-12)
Pues bien, este próximo sábado día 1 de mayo tendremos una mañana de reflexión compartida sobre nuestra esperanza en los tiempos difíciles, bien acompañada por José Carlos Bermejo, religioso camilo, experto en acompañamiento y cuidado de las personas en momentos de luto, de pérdida.
Si María nos visita en nuestras necesidades, y en ella vemos nuestras esperanzas realizadas, que importante es que en el camino también nosotros nos acompañamos, nos recordamos las raíces de nuestra esperanza…
Os invitamos pues a apuntaros y participar en este encuentro, que hemos preparado con mucha ilusión porque creemos que sí, que necesitamos apoyarnos y recordarnos nuestros motivos para la esperanza en los momentos difíciles que todos/as vivimos…
Y finalmente, como este próximo domingo, día 2, es el día de la madre, podamos también encomendar las madres de hoy, y nuestras madres, sean al Cielo o entre nosotros… que sea un día para agradecer la figura maternal, próxima, tierno y a la vez fuerte, de las madres del mundo, especialmente aquellas que sufren dificultades más grandes por razones de pobreza, sociales, o porque tienen dificultades en su familia…
Que la Virgen María también visite y acompañe, y guíe, a todas las madres, especialmente a las que tienen dificultades. Amén.
Llorenç Puig, sj