(Maria Dolors Bosch Vila ccv) Era el 16 de mayo la fecha fijada, desde hacía meses, para encontrarnos las hermanas con cargos de responsabilidades congregacionales que constituimos el grupo Anawin. Esta vez nos acogían las Religiosas de los Sagrados Corazones en Valldoreix, en su casa general en un marco precioso y una cordial y fraterna apertura.
Éramos 12 personas, dispuestas a pasar una mañana distendida, pascual, compartiendo la fe y la vida. Por razones diversas, tenemos que lamentar que haya algunas ausencias, la realidad de la vida se impone. Iniciamos con un tiempo pausado de plegaria contemplativa, acogiendo la Palabra dejándonos saciar por el amor del resucitado.
La temática prevista para compartir fue el presente de nuestra familia religiosa y los caminos de futuro que estamos perfilando. Con franqueza y sencillez cada una aportaba su realidad, las llamadas que nos urgen y nos son un reto, así como las concreciones a las que vayamos llegando. Si plasmáramos en un “wordle diagram” los temas más concurridos, sobresaldrían: reestructuración, sinodalidad, espiritualidad integral, intercongregacionalidad, interculturalidad, vulnerabilidad, inmigración, mujer, transformación, ecología… La escucha atenta y el diálogo abierto fue llenando la mañana, que fue de mucho interés, rico y denso.
Antes de compartir la mesa afectuosamente preparada, un grupo internacional de junioras, que hacen el curso preparando los votos perpetuos, nos obsequió con unas danzas. En la sobremesa las cinco generales que participaron en Roma en la Asamblea Plenaria de la UISG 2022, compartieron con mucha vida su experiencia en cuanto a los contenidos (“Abrazar la vulnerabilidad en el camino sinodal”), metodología y organización.
No nos despedimos sin repasar la fecha de la Asamblea General de la URC que será el 23 de junio y poner día y lugar por nuestro próximo encuentro amistoso que haremos el martes 18 de octubre en Barcelona. También nos comprometimos a invitar, cada una otra hermana representante de otra congregación, para integrarse y participar en los encuentros ANAWIN en los que buscamos encontrarnos para conocer la VR presente en Cataluña, ayudarnos mutuamente, crecer en comunión, en inserción ahora y aquí y avanzar en intercongregacionalidad hacia el futuro.
Con gozo en el corazón y agradecimiento en los labios nos vamos despidiendo. Nos hemos dado un impulso: “Más lejos, tenemos que ir más lejos…”