La Unión de Religiosos de Cataluña ha iniciado el curso de formación 2022-2023 con la primera sesión a cargo de la religiosa dominica del Convento Santa Clara de Manresa, Sor Lucia Caram. El tema de fondo era cómo vivir esperanzados en las actuales circunstancias que estamos viviendo.
«Hay que abrir puertas y no tener miedo»
El encuentro ha tenido lugar en el Colegio Santa Dorotea de Sarrià (Barcelona), donde han acudido alrededor de un centenar de religiosas y religiosos. Se ha empezado con una reflexión viva y estimulante de Sor Lucia, en la que ha planteado que «debemos sacarnos las sandalias como Moisés y liberarnos de protecciones y seguridades». «Hay que abrir puertas y no tener miedo», ha afirmado Caram. En este sentido, ha puesto como referente a Jesús de Nazaret: «seguimos a un Crucificado».
En el descanso, los religiosos participantes han compartido opiniones y se han saludado, muchos de ellos después de un largo tiempo sin verse. Seguidamente, se ha continuado con la segunda parte, con un coloquio de preguntas y experiencias.
El caso del convento de Santa Clara
Sor Lucia ha realizado una cata de su experiencia en este proceso de abrir puertas de la comunidad contemplativa de Santa Clara. Citando al Papa Francisco nos ha remarcado que “la esperanza es una virtud arriesgada. De una ardiente expectativa hacia la revelación de Jesús”. “La esperanza necesita paciencia que no significa resignación…” . «Estamos llamados a vivir una esperanza activa y hay que vivirla en comunidad».
Desde el equipo de formación de la URC, se agradece la presencia de Sor Lucia y el tiempo que ha dedicado. Una jornada, que ha sido un regalo y un llamamiento a vivir nuestra vida desde la plenitud, esperanza y compromiso. Con una actitud samaritana hacia nuestros hermanos y hermanas más cercanos y necesitados.