(Fundació Escola Cristiana de Catalunya · 01/09/21) Este martes ha tenido lugar la despedida del padre Enric Puig como secretario general de la Fundación Escola Cristiana de Cataluña (FECC), institución que ha dirigido los últimos 16 años. El acto con el equipo de la Fundación se ha hecho en el patio de la escuela Vedruna Àngels de Barcelona. “Cuando empezó mi tarea en la FECC, estas moreras del patio eran apenas unos brotes”, señala al arrancar su discurso de despedida, metáfora de su dilatada y fructífera trayectoria no solo al frente de la Escola Cristiana, sino de la Iglesia. Lo releva en el cargo Meritxell Ruiz.
“Mi primer agradecimiento es para el padre Francesc Riu, hombre de un carisma extraordinario y quien me propuso como sucesor”, ha afirmado Puig en referencia a su predecesor e impulsor de la Fundación. También ha dirigido unas palabras de gratitud a los dos secretarios generales adjuntos que lo han acompañado en esta larga etapa, Carles Armengol y Miquel Mateo. “Los dos han sabido leer perfectamente el momento que vivía la Escola Cristiana y han sido dignos representantes. En mis primeros años, la Fundación tenía un marcado perfil pedagógico y una necesidad de profundizar, al cual supo dar respuesta magistral Carles Armengol, mientras que esta última etapa ha sido marcada por la legislación y las normas y las negociaciones con la Administración en defensa de la escuela concertada, y aquí es donde el papel de Miquel Mateo, abogado, ha sido clave”. Puig asegura que, sin la participación de los dos, “quizás no nos habríamos salido”.
Ha alabado también a la nueva secretaria general, Meritxell Ruiz, de quien ha afirmado que es el “perfil idóneo” que ahora necesita la Fundación. “Conoce perfectamente la Administración desde dentro [Ruiz ha sido Consellera de Ensenyament] y el mundo educativo y el proyecto de la Escola Cristiana, como demuestra su paso por las Escuelas Pías los últimos cursos”. Puig ha ironizado sobre el hecho que su sucesora acuda a las reuniones con ordenador portátil, mientras que él sigue yendo con papel y bolígrafo. “Además de su valía, está más avezada que yo a los nuevos tiempos”, ha esbozado una sonrisa.
Puig también ha tenido un recuerdo para los arzobispos que lo han acompañado no solo en su paso por la FECC, sino a lo largo de su vida de servicio en la Iglesia. Tampoco ha olvidado los presidentes presentes y pretéritos de la confederación de AMPAs de la Escuela Cristiana (CCAPAC), la APECC ni los trabajadores de la FECC, especialmente su secretaria, Anna Carreras, con quien ha trabajado a lo largo de 31 años.
El Secretario general adjunto Miquel Mateo, en nombre de los trabajadores de la Fundación, ha agradecido la guía del padre Puig. “El capital humano de una institución es siempre el más importante, y sin tu dirección y maestría no habríamos sabido ver el camino”.